sábado, 27 de julio de 2013

RESISTENCIA FEMENINA EN LOS MONTES DE MARÍA


Esta semana que pasó tuvimos la fortuna de apreciar en Canal Capital la presentación del informe BASTA YA! del grupo de memoria histórica donde conocimos una serie de experiencias sociales muy significativas para nuestro país, esta transmisión es posible ahora que el Canal como espacio de televisión pública se ha inclinado por la investigación periodística profunda y el rescate de las experiencias de resistencia desconocidas por el grueso de la población, en el marco de la administración del alcalde de Bogotá Gustavo Petro y de la presidencia del canal del periodista Holman Morris, recordemos que Morris ha sido uno de los investigadores más comprometidos con las causas dignas, por cierto fue objeto de asedio durante el gobierno pasado de Alvaro Uribe.

Experiencias que no son transmitidas en los canales privados y mucho menos las causas que llevan a estos procesos. Pues bien, llamó nuestra atención las mujeres de MAMPUJAN en LOS MONTES DE MARÍA, ubicados en la Costa Caribe Colombiana, entre los departamentos de Sucre y Bolívar y las ciudades de Sincelejo y Cartagena, es una zona azotada por la violencia paramilitar.

Los MONTES DE MARÍA han sido hostigados por los paramilitares al mando de SALVATORE MANCUSO comandante del grupo terrorista (A.U.C) Autodefensas Unidas de Colombia, más conocidos como Asesinos Unidos de Colombia, quien fuera invitado a dar una charla en el congreso de la república durante el mandato del expresidente Alvaro Uribe Veléz en uno de los días más vergonzantes de nuestra historia. 

En respuesta al amedantramiento, en un municipio de María la Baja llamado  MAMPUJAN hay un grupo de mujeres tejedoras que trabajan en la reconstrucción de la memoria histórica y del perdón a través de sus tapices, apreciemos este loable proceso en dos enlaces, el primero un video realizado por la de Grupo de Memoria Histórica y Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación y el segundo es del programa Contravia de Holman Morris.

Primer enlace: http://www.youtube.com/watch?v=9v_rsVojQt8

Segundo enlace programa Contravia




                                     





lunes, 15 de julio de 2013

Mujeres (fragmento) - Eduardo Galeano

A continuación compartimos algunos fragmentos del escritor Eduardo Galeano sobre mujeres, fragmentos mitos, leyendas, historias que enaltecen el espiritu reconociendo la historia de mujeres americanas. Esperamos les guste tanto como a nosotr@s.

Fragmento 1: La autoridad
 En épocas remotas, las mujeres se sentaban en la proa de la canoa y los hombres en la popa. Eran las mujeres quienes cazaban y pescaban. Ellas salían de las aldeas y volvían cuando podían o querían. Los hombres montaban las chozas, preparaban la comida, mantenían encendidas las fogatas contra el frío, cuidaban a los hijos y curtían las pieles de abrigo.
Así era la vida entre los indios onas y los yaganes, en la Tierra del Fuego, hasta que un día los hombres mataron a todas las mujeres y se pusieron las máscaras que las mujeres habían inventado para darles terror.
Solamente las niñas recién nacidas se salvaron del exterminio. Mientras ellas crecían, los asesinos les decían y repetían que servir a los hombres era su destino. Ellas lo creyeron. También lo creyeron sus hijas y las hijas de sus hijas.

Fragmento 2:  Crónica de la ciudad de Bogotá
Cuando el telón caía, al fin de cada noche, Patricia Ariza, marcada para morir, cerraba los ojos. En silencio agradecía los aplausos del público y también agradecía otro día de vida burlando a la muerte.
Patricia estaba en la lista de los condenados, por pensar en rojo y vivir en rojo; y las sentencias se iban cumpliendo, implacablemente, una tras otra. Hasta sin casa quedó. Una bomba podía volar el edificio: los vecinos, obedientes a la ley del miedo, le exigieron que se fuera.
Ella andaba con chaleco antibalas por las calles de Bogotá. No había más remedio; pero el chaleco era triste y feo. Un día, patricia le cosió unas cuantas lentejuelas, y otro día le bordó unas flores de colores, flores bajando como en lluvia sobre pechos, y así el chaleco fue por ella alegrado y alindado, y mal que bien pudo acostumbrarse a llevarlo simepre puesto, y ya ni en el escenario se lo sacaba.
Cuando Patricia viajó fuera de Colombia, para actuar en teatros Europeos, ofreció su chaleco antibalas a un campesino llamado Julio Cañon. A Julio Cañon, alcalde del pueblo de Vistahermosa, ya le habían matado a toda la familia, a modo de advertencia, pero él se negó a usar ese chaleco florido:-Yo no me pongo cosas de mujeres-Dijo. 
Con una tijera, Patricia le arrancó los brillitos y los colores, y entonces el hombre aceptó. Esa noche lo acribillaron. Con el chaleco puesto.

Fragmento 3: La cultura del terror
A Ramona Caraballo la regalaron no bien supo caminar. Allá por 1950, siendo una niña todavía, ella estaba de esclavita en una casa de Montevideo. Hacía todo, a cambio de nada.
Un día llegó la abuela a visitarla. Ramona no la conocía, o no recordaba. La abuela llegó desde el campo, muy apurada porque tenía que volverse enseguida al pueblo. Entró, pegó tremenda paliza a su nieta y se fue.
Ramona quedó llorando y sangrando. La abuela le había dicho, mientras alzaba el rebenque: - No te pego por lo que hiciste. Te pego por lo que vas a hacer.-

Fragmento 4: 1778 Filadelfia, Si él hubiera nacido mujer
De los dieciséis hermano de Benjamin Franklin, jane es la que más se le parece en talento y fuerza de voluntad. Pero a la edad en que Benjamín se marchó de casa para abrirse camino, Jane se casó con un talabartero pobre, que la aceptó sin dote, y diez meses después dio a luz su primer hijo. Desde entonces, durante un cuarto de siglo, Jane tuvo un hijo cada dos años. Algunos niños murieron, y cada muerte le abrió un tajo en el pecho. Los que vivieron exigieron comida, abrigo, instrucción y consuelo. Jane pasó noches en vela acunando a los que lloraban, lavó montañas de ropa, baño montoneras de niños, corrió del mercado a la cocina, enseño abecedarios y oficios, trabajó codo a codo con su marido en un taller y atendió huéspedes cuyo alquiler ayudaba a llenar la olla. Jane fue esposa devota y viuda ejemplar; y cuando ya estuvieron los hijos crecidos, se hizo cargo de sus propios padres achacosos y de hijas solteronas y de nietos sin amparo.
Jane jamás conoció el placer de dejarse flotar en un lago, llevada a la deriva por un hilo de cometa como suele hacer Benjamín a pesar de sus años. Jane nunca tuvo tiempo de pensar, ni se permitió dudar. Benjamín sigue siendo un amante fervoroso, pero Jane ignora que el sexo puede producir más que hijos.
Benjamín, fundador de una nación de inventores, es un gran hombre de todos los tiempo. Jane es una mujer de su tiempo, igual a casi todas las mujeres de todos los tiempo que han cumplido su deber en la tierra y ha expiado su parte de culpa en la maldición biblica. Ella ha hecho lo posible por no volverse loca y ha buscado, en vano, un poco de silencio. Su caso carecerá de interés para los historiadores.



         Video del programa La vida según Galeano - Mujeres-