miércoles, 6 de junio de 2012

USO Y REPRESENTACIÓN DEL CUERPO FEMENINO: LA UTILIZACIÓN DE LA IMAGEN COMO INSTRUMENTO DE IDENTIDAD Y CONSUMO


Maria Fernanda Enriquez S.
Trabajo de investigación para el área de cuerpo presente, cuerpo representado.
Profesor Yuri Hernando Forero
Universidad del Valle, facultad de artes integradas, departamento de artes visuales, 2006.


CONTENIDO
INTRODUCCION
1. REPRESENTACION DEL CUERPO FEMENINO EN LA ANTIGÜEDAD
1.1 usos y significados de lo femenino para algunas culturas antiguas (Hindúes y prehispánicas)
2. REPRESENTACION DEL CUERPO FEMENINO EN LA EDAD MEDIA Y EL RENACIMIENTO
2.1 usos y significados de lo femenino para la cultura occidental europea (cánones de belleza, estereotipos y roles.)
3. REPRESENTACION DEL CUERPO FEMENINO EN LA MODERNIDAD
3.1 significado de lo femenino y su relación con el consumo (estereotipos y roles)
4. CONCLUSIONES
5. BIBLIOGRAFÍA

INTRODUCCION
La imagen como documento histórico es muy importante en cuanto que, al igual que los textos escritos y los testimonios orales, son una muestra de lo que sucedió en épocas pasadas, un reflejo de las formas de ser y de concebir el mundo de personas que vivieron en espacios y culturas determinadas. Son testimonios de las fases pretéritas y modernas del desarrollo del espíritu humano, que en esencia, generan un tipo de identidad entre los sujetos que los desarrollan, significan y comparten.
Es a partir de la imagen como documento histórico y su importancia en la creación de identidades y estereotipos que se construyen los roles que se determinan para lo masculino y lo femenino, sustentados siempre por la cultura, el lenguaje, la religión y el consumo.
Este ensayo realizado a partir de un trabajo de investigación, tratará de la representación del cuerpo a partir de las imágenes de la mujer o lo que se puede cualificar femenino en diferentes etapas del desarrollo del ser humano.
Empezará desarrollando las características de la representación y el ser femenino en la antigüedad y su relación con la cotidianidad y su cosmovisión, con base en algunas imágenes y representaciones dadas en algunas culturas prehispánicas e hindúes.
La segunda parte tratara, la importancia del establecimiento del cristianismo para la negación de las representaciones femeninas dadas en la antigüedad y la nueva formación de la imagen de la mujer, a su vez, la importancia en la formación de estereotipos femeninos que llevan las invasiones Europeas a otros territorios con la idea del eurocentrismo y sus representaciones corpóreas. Se mostrara además, las épocas de la edad media y el renacimiento como las épocas en donde se estructuraron las ideas de los cánones de belleza, estereotipos y los roles que debe desempeñar la mujer.
Por último, se desarrollan las ideas de las formas y las representaciones del cuerpo femenino en la contemporaneidad( siglo XIX- XX), imágenes corporales que siguen estereotipos al igual que en la edad media y el renacimiento, pero que a diferencia de estas épocas, introduce la idea de consumo manejando y manipulando la representación del ser y la imagen femenina de acuerdo a un mercado, que utiliza la publicidad como su principal instrumento, representaciones femeninas que no solo la ven como sujeto consumidor sino también como objeto o sujeto que se consume.
Aunque existen muchos más caminos por donde se puede abordar el tema de la representación y uso del cuerpo femenino en la historia humana, he tratado de exponer de forma muy general, los desarrollo y variaciones que ha tenido el cuerpo
de la mujer y que a mi juicio, explican las formas y los modos de lo que actualmente conocemos y valoramos como lo femenino.

1. REPRESENTACION DEL CUERPO FEMENINO EN LA ANTIGÜEDAD ( aspectos generales)
La representación general del cuerpo para las culturas arcaicas1 tiene relación directa con su cosmovisión y su forma de relacionarse con el mundo exterior2, en la búsqueda de una explicación constante de la naturaleza. Partiendo de que esta era superior a ellos y por lo tanto debían actuar y responder de acuerdo a sus leyes, las formas de relacionarse con el mundo se reflejaban en las imágenes creadas de los dioses, estos eran la esencia de las cosas representadas en la naturaleza, a cada fenómeno u organismo vivo le correspondía un dios, el cual poseía una fuerza creadora o destructora, fuerza que se mantenía en armonía con los demás, en muchos casos, por las acciones que llevaban los hombres con los hombres o en el equilibrio que estos desarrollaban con la naturaleza todo dentro de su cotidianidad. Para las culturas arcaicas “no existe…una separación tan marcada entre lo espiritual y lo practico-utilitario, esferas que mas bien permanecen íntimamente ligadas y compenetradas […] son resultado de una actividad estética y productiva integrada que además, casi siempre esta cargada de un significado mágico o religioso”3.
Con las ideas anteriores no se nos hace difícil entender la representación del cuerpo femenino que hacen estas culturas, relacionan el cuerpo femenino con la creación de la vida, la fuerza vital de la existencia que se desarrolla en equilibrio con la masculino, pero que se diferencia del ultimo, por llevar en si misma la vida y el fluido que lo genera, y con la sexualidad, ya que “la creación no podría existir sin la vida sexual de la divinidad”4
La mujer esta cercana a la madre tierra en el caso de las culturas prehispánicas, cerca a Nugua la diosa de la creación China, o Tara en la cultura hindú, que representan la vida, la sexualidad divina y la restauración del orden cósmico. Según algunas culturas hindúes5, seria imposible pensar la creación sin la vida sexual, lo que implicaba que los dioses de la creación tuvieran una vida sexual muy activa para poder poblar el mundo de todos los seres vivos y no vivos.

Para las culturas arcaicas, las técnicas del placer sexual fueron muy valoradas, hasta el punto de ser iguales a la música o al arte en nuestras sociedades modernas, para ellos, la copula era un acto mucho mas trascendente que la mera gratificación carnal o la necesidad de perpetuar la especie, era considerada la expresión suprema de la creatividad humana “civilizaciones como la sumeria consideraron el sexo una actividad compleja y placentera, espiritual y físicamente beneficiosa (muy parecida al yoga)”6
Las representaciones femeninas se daban bajo este contexto y se consideraban como semejanzas de los dioses de la creación, tarea que no seria posible sin lo masculino, creando relaciones de igualdad pero en la mayoría de los casos de superioridad. En otras culturas como las del paleolítico, las imágenes de Venus encontradas se creen que son representaciones de cuerpos de mujeres que vivieron en la época y que muy supuestamente deberían tener los mismos significados.
También existieron representaciones de lo femenino referente a su vagina o vulva el llamado yoni en las culturas hindúes y en el paleolítico, estas eran adoradas como símbolos de la entrada y salida de este mundo, del útero-mundo, el lugar por donde sale el fluido sagrado. El yoni era utilizado como colgante símbolo de la fertilidad o como dije para proteger del peligro.
Existen actualmente, representaciones textuales de la mujer y el sexo, el llamado kamasutra de Vatsayana Mayanaga redactado en la india en los siglos III y V d.C., es una muestra de las creencias de las culturas arcaicas. En este texto, la concepción del sexo como pecado esta totalmente ausente, es una alusión de la belleza y las formas femeninas, de las pestañas, de los pies, de la vagina etc.

2. REPRESENTACION DEL CUERPO FEMENINO EN LA EDAD MEDIA Y RENACIMIENTO (Aspectos generales)
Aunque resultaría muy extenso hablar de todas las representaciones de lo femenino en estas épocas, me remitiré a algunos hechos importantes que a mi parecer marcaron la representación de la feminidad, la aparición del estereotipo como modelo a seguir y sus roles.
El cambio de la representación femenina, su superioridad o equilibrio con el varón cambian drásticamente a partir del establecimiento del cristianismo que se convirtió en la religión oficial de la cultura occidental Europea, y que a causa de las invasiones y sometimiento de territorios como Asia (expediciones de Alejandro Magno), América del Norte y Sur América (con su descubrimiento en 1492) se convirtió en la base de las relaciones entre los hombres y de este con la naturaleza.
Ya la propia cultura occidental era una fusión entre otras culturas como la de su origen la cretense, las influencias de la mesopotámica, la egipcia, la griega, y la hebrea base del pensamiento cristiano, cuando el imperio Romano empezó su carrera imperialista expandiendo la cultura occidental y la religión cristiana7. La llegada de esta nueva cultura a nuevos territorios fue crucial para las personas que vivían en ellos para toda su cosmovisión, para todo su legado histórico cultural sometidos a la fuerza militar o económica del imperio, que desconoce la validez de las culturas diferentes a la occidental.
En cuanto a la representación del cuerpo y ser femeninos será de gran importancia la influencia del cristianismo como la base y precursora de los modelos humanos que regirían a los territorios que se iban invadiendo. Es en este sentido, el concepto de la diosa suprema cuenta con un rechazo absoluto en cuanto la religión cristiana hace una distinción tajante entre lo espiritual y lo carnal, el origen del mundo era producto de un dios masculino supremo separado de la naturaleza y la perfección del hombre se alcanzada en lo espiritual mediante la negación, y en última instancia el abandono corporal. Por consiguiente, una de las maneras en que los sacerdotes de esta religión denigraron a la diosa y por tanto a la mujer como su imagen y representante, consistió en quitarle su naturaleza esencial y atribuirle una espiritualidad , sabiduría y virginidad a un principio masculino abstracto y recoger sus cualidades físicas a un principio femenino que consideraron excesivamente concreto.
El modo más evidente de atacar a la divinidad femenina consistió en criticar a las sacerdotisas recalcando que a menudo eran prostitutas8 y en negar la santidad del sexo que desempeñó un papel tan importante en el culto a la diosa. Con frecuencia se incluía la postura de negar la posibilidad que una mujer fuera sagrada, según

Pitágoras: “existe un principio del bien que ha creado el orden, la luz y al hombre, y un principio del mal que ha creado el caos, las tinieblas y a la mujer”9 a su vez, al invadir Canaan los hebreos despojaron a la prostituta sagrada de su categoría, destruyeron las imágenes y símbolos que hacían alusión a lo femenino como deidad y convirtieron los templos en espacios para que los hombres rezaran a la espiritualidad y a la liberación de los placeres carnales o simplemente los destruyeron edificando sobre ellos las ideas de la nueva iglesia. La actividad sexual de la mujer ya no se consideró un proceso de purificación a imagen de los dioses que crearon el mundo y la unión con lo divino se convirtió en un hecho estrictamente espiritual. Esto se demuestra en la Biblia cuando:
Fuimos creados, partiendo de la materia inerte-la más desvalorizada en la jerarquía cristiana- nuestro cuerpo fue moldeado según la imagen divina y con el soplo de dios, la creación se cumple a imagen y semejanza del original, la mujer por tanto, es la que condena a la especie humana debido a su gran debilidad, es encantada por Satanás tomando del fruto prohibido llevándonos al pecado original10
Bajo los fundamentos de la iglesia cristiana se edificó la representación de la mujer bajo el concepto de la transportadora del pecado, situación por la que los hombres santos tenían que mantenerse alejados de ella y los hombres corrientes, deberían acercarse a ella con cuidado sin dejarse deslumbrar por sus fantasías y sus formas corpóreas ya que eran imágenes de luz Bel o la sataniza. Se crean pues, dos imágenes a seguir por las mujeres, la de María virgen, madre de Jesús, amorosa, tierna, abnegada, y la de Satán como la mujer desatada, sexual, pecadora, que muestra su cuerpo y lleva a la perdición. Sin embargo, la iglesia cristiana no niega del todo la salvación de las mujeres que eran pecadoras y deciden reintegrarse a la vida buena, colocando como ejemplo a María Magdalena quien después de ser una prostituta, sigue a Jesús y posteriormente entrega su vida a dios.
En siglos más recientes XV-XVI la idea de la representación femenina cambia un poco al incorporársele como ideales de lo femenino la extrema limpieza y el maquillaje. Lo primero acompañado de la idea del pecado que se representa en la mujer al sangrar todos los meses , esta es un lastre que le coloco dios a la mujer por ser la iniciadora del pecado original, por tanto debería de mantenerse lo más separada de la sangre y también evitar ensuciar al hombre del pecado.
En los siglos XVI-XVII la idea de bañarse con agua desaparece a causa de la proliferación de enfermedades que se cree se transmiten por el agua y empieza a ser el maquillaje la muestra de limpieza y pulcritud, a su vez, el maquillaje empieza a ser muestra del rango social y su acompañamiento por joyas y vestidos, se convierte en cotidiano como muestra de diferenciación social entre los pobres y los ricos. Así tenemos para la muestra, la imagen de la reina Isabel quien era la más elegante y maquillada de todo su reino. Pero este maquillaje también posee sus características, puesto entre más blanco mas puro, con una leve insinuación de sus ojos, mejillas, labios, y su ropa debería estar totalmente impecable, se diferencia claramente las prendas de mujer de las de hombre y se condenaba universalmente el uso de las prendas de otro sexo, los vestidos para cada ocasión etc, todo esto da lugar al inicio de la moda que era en sus inicios algo exclusivo de los ricos.
Acompañados de este cuidado del cuerpo y con el descubrimiento de la imprenta, aparecen los primeros libros de buenas maneras dedicados a los quehaceres exclusivos de la feminidad, tales como la obra de Erasmo De civilite forum puerilium en 1530, que se dedica a enseñar los buenos modales, algunos consejos para la belleza, algunas recetas medicas, el cuidado del hogar y los niños etc, reforzando y enriqueciendo la tradición oral llevada de madres a hijas11.
Estos escritos resultan fundamentales para el fortalecimiento de los estereotipos de mujer que se tendrán en los siglos posteriores antes del XIX, puesto en ellos se marcaron los modelos a seguir, empezaron a relucir los corse, los zapatos de tacones altos, los cosméticos, los vestidos lujosos, los perfumes etc, todo lo que contribuía a la belleza femenina, cambiando así el concepto de belleza manejado por las culturas arcaicas, el cuerpo se debe tapar y reformar mostrando solo algunas partes como el rostro, las manos, los brazos y en algunos, casos sobre todo en la nobleza los pechos jugosos. Siempre que era posible los defectos se corregían o se ocultaban cuidadosamente “una mujer inteligente, si descubre el menor defecto, será la primera en querer ocultarlo: lo hará suyo”12
Los escritos femeninos aunque en sus inicios eran solo para las familias ricas puesto solo ellos podían leer, empiezan a tener impacto en las familias pobres en cuanto las sirvientas podían de vez en cuando con la beneficencia de su ama observarlas y en cuanto no sabían leer, si podían interpretar las imágenes que en algunas de ellas se repetían. Aparecen los cánones de belleza ya no solo para los ricos sino también para los pobres, que a diferencia de los ricos no tenían el dinero necesario para adquirir los lujosos vestidos, joyas y maquillajes, empiezan a crear con sus propios recursos semejanzas de lo visto en las revistas y lo observado directamente por las grandes damas.

El canon se convierte poco a poco en estereotipos que se empiezan a diferenciar de acuerdo al tipo de mujer que se pretende ser y que va muy de la mano del sitio de donde se es como dicen Duby y Perrot:
La belleza seguía una formula, las mujeres se afanaron y gastaron mucho para lograr que su aspecto se conformara a patrones prácticamente inmutables a través de todo el periodo moderno. En Italia, Francia, Alemania, Inglaterra, la estética básica era la misma: piel blanca, pelo rubio, labios y mejillas rojos, cejas negras perfiladas. El cuellos y las manos debían ser largos y finos; los pies pequeños; la cintura graciosa. Los pechos debían ser firmes, redondos y blancos, con pezones rosados. El color de los ojos podía variar, a los franceses les gustaban verdes a los italianos negros y eventualmente podían hacerse concesiones al pelo oscuro, pero el canon general era rubio13.
También surgen ideas de las formas que debe adoptar el cuerpo, a finales del siglo XV y durante el siglo XVI, el ideal de la dama era el de caderas angostas y pechos pequeños, piernas largas y cintura delgada, rostro fino y cabellos largos. A comienzos del siglo XVII, la idea de la modelo gorda como bella, de caderas anchas y pechos llenos llega a causa de las nuevas formas corporales que se estaban dando en las mujeres de la aristocracia, ya que su régimen alimenticio a diferencia del desarrollado en los siglos anteriores, incluía el gusto por los manjares, las mantequillas y las salsas lo que las hacia estar un poco más robustas. Se establece el modelo de la gordura saludable como una característica especial de los ricos mientras que la delgadez se consideraba horrible y era muestra de pobreza.
Todos estos cánones de lo bello se trasladan no solo a los cuerpos humanos sino a las representaciones de dios, la virgen y a todo lo que se asemeja lo divino, por tanto, estos cánones encuentran un sustento también en lo religioso para que las personas los sigan.
Las representaciones del cuerpo femenino están marcadas por los estereotipos y a su vez, la esencia de lo femenino se relega a sus papel más importante, la mujer es ante todo madre y su único y principal fin en este mundo es el de reproductora, ideas que la llevan a desarrollar roles que son inherentes a estas creencias como son las de criadora, cuidadora de la casa, algunas veces la de apoyar en la economía del hogar a su esposo y solo en los casos de las familias ricas podían ejercer actividades de mando aunque limitados.

3. REPRESENTACIÓN DEL CUERPO FEMENINO EN LA MODERNIDAD (aspectos generales)
La representación del cuerpo femenino hoy, es resultado de una evolución que se ha dado en los diferentes cánones que han surgido en épocas a través del tiempo, cánones que han sido creados por hombres y que en la actualidad se afirman o se destruyen tanto por hombres como por mujeres. La representación del cuerpo femenino se basa en la idea de la mujer liberada, la que consume y es consumida al mismo tiempo.
Todos estos conceptos eran establecidos por occidente en el pasado y que curioso también son establecidos en el presente. “El modelo del cuerpo humano que sigue la publicidad es aquel que representa a los países más ricos y dentro de estos a sus clases dirigentes, los modelos anglosajones y germánicos continúan siendo predominantes en los medios de comunicación masivos”14.
La representación del cuerpo femenino en la actualidad está sujeto al uso y consumo sin pasar por alto su capacidad de reproducción que va implícito en todo trabajo publicitario, teniendo en cuenta que todo trabajo publicitario que relaciona la mujer directa o indirectamente va relacionado con el elemento sexual y lo toca de manera superficial dentro de un canon de belleza predeterminado para un público eventualmente femenino como referente a seguir, y para un público netamente masculino que lo va a disfrutar con el oler, el tocar, el saborear, el escuchar, el mirar.

Dentro de este disfrute le han encontrado un espacio a la mujer convirtiéndola en un objeto sexual, este espacio comercial llamado prostitución, pornografía, donde la imagen de la mujer se reduce a un simple objeto masturbatorio, generador de placer y de mucho dinero. Aquí la imagen de la mujer permite creer que “no importa lo que le hagas, cuanto la lastimes, por donde la penetres ella está ahí y no sufre lo disfruta igual que tu”15. La pornografía es en sí una de las producciones estéticas más explicitas de la burguesía donde se vende la idea de placer y es un negocio descomunal. En el mercado ya sea para el consumidor masculino o femenino, la publicidad se ha encargado que el cuerpo de la mujer siempre salga a escena, ya sea porque se quiere promocionar un tarro de pintura ,ropa interior femenina , una lata de cerveza o inclusive el mismo cuerpo de la mujer, no importa, cualquier excusa es buena para mostrar la mujer vestida, semi vestida o desnuda, insinuante, no tan insinuante, que más da, la mujer ha sido la principal protagonista en los medios de comunicación masivo del siglo XX y quien sabe cuánto de este siglo .

Hace algunos años la mujer adquiría su importancia en el periodo fértil, ya que toda la atención se centraba en su capacidad de reproducción y pare de contar, hoy en día, la mujer a pasado a ocupar otros espacios de mayor importancia dentro del consumismo, ya que ella además de ser sujeto que consume es objeto que se consume.
Como sujeto que consume, consume la imagen de la mujer creada en centros publicitarios, las inventadas o deformadas en programas de computador, en clínicas de belleza, en gimnasios donde para cada ocasión existe un modelo a la orden, ¿Quién quieres ser tu hoy?, y te muestran toda una lista de imágenes de mujeres que podrías llegar a ser: la atrevida, la sensual, la casual, la ingenua ,la coqueta, la lolita, la fatal, la natural etc, la que desees, en el mercado están todos los estereotipos, según Roland Bathes ”el estereotipo es ese lugar del discurso donde falta mi cuerpo, donde uno está seguro que no esta”16 que son los que permiten la compartimentación mental y real del significado concreto de lo que es ser mujer para garantizar un mayor consumo en una sociedad creada donde todos son felices si alcanzan esos estereotipos.
Como objeto que se consume en el mundo, donde la mayoría resultaron ser carnívoros y el gran negocio de la venta de carne de mujer está en todas partes y al alcance del bolsillo de todos, la imagen de la mujer objeto la encontramos en las revistas, en la radio, en la televisión, en la Internet, parada en una esquina o al lado del presidente como una hermosa reina o quizás como primera dama, la mujer se ha convertido en un objeto común y casi omnipresente, así pues, es el producto por excelencia que más se consume , a cualquier hora del día , con lluvia o con sol, a la orden, en la mesa servida esta la mujer.
La publicidad, la mercadotecnia han garantizado el ciclo perfecto de consumo y consúmeme, y es a la imagen de la mujer, la que llevan y traen la que visten y desvisten, la que enaltecen y pisotean, la que sirven en bandeja de plata para el goce masculino. Crean a su vez, la aspiración y angustia femenina, al ver que alguna ropa no les queda bien, la sensación de que sus cuerpos no se ajustan a las ropas y no por el contrario, que la ropa no les queda. Es muy interesante notar como lo que se debe transformar son los cuerpos y no las tallas o formas de las ropas.
El cuerpo de la mujer en sus diferentes edades, tamaños, formas colores, olores, es manejado manipulado, tergiversado por los diferentes medios de comunicación ya sea impreso, con imagen en movimiento, auditivo o en carne y hueso, el mercado no perdona, garantiza estereotipos para cada edad, para las niñas, adolescentes, jóvenes, señoras, se les ha creado la necesidad y también lo que la suple, eso sí, creando el estereotipo deseado e inalcanzable pero sumando más consumidoras al mercado. Y la angustia siempre viene implícita, angustia por no poder alcanzar esos estereotipos impuestos, estereotipos formados por parámetros corporales anglosajones y germánicos que se alejan de ese resto de mujeres que no son anglos ni germánicos pero que sienten y sufren. Estos estereotipos en su gran mayoría, han sido diseñados por hombres para el disfrute del mismo hombre y la mujer queda relegada a un objeto experimental que se somete a las nuevas necesidades y nuevos cambios de esos estereotipos que solo podrán alcanzar las mujeres adineradas (a veces cual siquiera ellas) que pueden transformar o deformar su cuerpo en búsqueda de la supuesta perfección con base en el modelo.
Queda pues decir, que la representación de lo femenino queda relegada a la importancia de la imagen de la mujer. Mujer que en la actualidad es una gran fantasía que enferma y degenera a la mujer que piensa, ama y siente como un todo y no como un rompecabezas que lo rediseñan y lo reacomodan, a la mujer diversa que tiene su piel mestiza, negra, mulata, su cabello y sus ojos oscuros, la que no mide 1.70 ni tiene medidas exactas, en sí, a la mujer real.


CONCLUSIONES
1. Con el desarrollo de este ensayo se puede concluir que la representación del cuerpo femenino está relacionado con las ideas generales que movieron o mueven a las sociedades que trabajaron y dieron significado al cuerpo de la mujer desde la cultura, el lenguaje, la religión y el consumo principalmente.
2. La representación del cuerpo femenino está ligada a un uso que se haga de la imagen femenina y su relación bien sea con lo mágico, lo espiritual-terrenal o el mercado.
3. la representación del cuerpo femenino y las imágenes que se generen de esta representación, marcan las ideas de lo que se debe ser y actuar el sujeto femenino, los roles, y estos varían dependiendo del periodo histórico cultural y económico en el que se desarrolla.
4. Las imágenes como documento histórico resultan de vital importancia para los casos en los que no existía documentación escrita, como para nuestro caso la historia representación y uso y como a su vez en un papel protagónico en cuanto pueden ser generadoras de identidad individual y colectiva.
5. La estructuración de los estereotipos y roles femeninos se desarrollan principalmente en la cultura occidental europea, bajo las ideas del eurocentrismo que cambiaron y estructuraron los diferentes tipos de representación femenina que se tenían en las sociedades no europeas y son las que nos rigen en este momento.
6. En las culturas arcaicas o en las culturas de la antigüedad, las representaciones femeninas responden a su cosmovisión y a la relación directa que posee el hombre con la naturaleza, siendo este parte de ella, a su vez, las representaciones muestran un complejo desarrollo de la utilidad-uso-estética-cotidianidad de los objetos y de los cuerpos.
7. En las edades media y el renacimiento la idea de canon como modelo de belleza forma el estereotipo y lo estructura, dándole derroteros por los cuales las mujeres deben guiarse, primero por las imágenes infundadas por el cristianismo y luego las imágenes, rituales y usos que daba la aristocracia a la burguesía naciente.
8. En la modernidad las representaciones y usos del cuerpo femenino toman elementos de la antigüedad en tanto creen liberarlo de los modelos marcados por el cristianismo, pero no del mismo modo que en las culturas arcaicas donde toman lo referente a su sexualidad estrictamente carnal. No la liberan si no que conservan en cierta medida la ambivalencia entre las dos imágenes virgen-puta y la introducen en las nuevas formas de representación dadas por el mercado del consumo, la mujer que consume para ser joven y bella y la que es objeto y puede ser consumida, desarrollándose la publicidad, el modelaje y la prostitución.

Citas pie de página
1 Arcaicas se les llama a las culturas que se desarrollaron anteriores al periodo greco romano, anteriores al periodo de la aparición del cristianismo, o a las culturas indígenas y africanas que eran diferentes a la cultura europea occidental.
2 Mundo exterior para las culturas arcaicas se refiere a lo diferente de su representación del cuerpo, todo lo que no era igual corpóreamente a ellos pero formaba parte integral de si mismos.
3 BAMBULA Julianne. Lugar y función de lo estético en las culturas. Capitulo 5: lo estético en las culturas arcaicas y tradicionales. Bogota. 1984. Pp 105. sin editorial.
4 SHAHRUKH Husain. [1997]. La diosa creación fertilidad y abundancia, mitos y arquetipos femeninos. Capitulo 5: la vida sexual de la diosa. Singapore. 2001. editorial Evergreen culturas de la sabiduría. Pp 82
5 Ibid, pp 86.
6 Ibid, pp 87.
7 BAMBULA, op cit. Pp 137-139.
8 SHAHARUK, op cit. Pp 100.
9 PITAGORAS. Citado por SHAHARUK Jussain. La diosa creación fertilidad y abundancia, mitos y arquetipos femeninos. capitulo 5: de creadora a ramera. Singapore. 2001. Editorial Evergreen culturas de la sabiduría. Pp 101.
10 XIBILLE MUNTANER Jaime. Cuerpo y simulacro. En: ensayos sobre el cuerpo. No 19 (1984); pp 57
11 DUBY Georges, PERROT Michelle [1990]. Historia de las mujeres en occidente. Del renacimiento a la edad media. Capitulo 2: el cuerpo apariencia y sexualidad. Madrid. Vol 3. 2000. Editorial Grupo Santilllana. Pp 95-96
12 Ibid, pp 91.
13 Ibid, pp 89-90
14 PEREZ Juan. El cuerpo en venta, capitulo 1: la representación del cuerpo humano en arte y publicidad. Madrid. 2000. editorial cátedra cuadernos de arte. Pp 68.
15 CACHO Lidia. Citado por ABAD DOMINGUEZ Fernando. En: estética burguesa explícita. Los excesos de la moral burguesa [on line]. UNIFEM, REBELION. http:/ www.rebelion.org Avalado por REBELIÓN ONG, Buenos Aires.
16 BATHES Roland. citado por GILL Javier. el cuerpo del arte. En: ensayos sobre el cuerpo. No 19(1984); pp 40.

BIBLIOGRAFIA
1. BAMBULA Julianne. Lugar y función de lo estético en las culturas. Capitulos 5 y 6: lo estético en las culturas arcaicas y tradicionales, procesos de transculturación y mutación a raíz de la expansión de la cultura occidental de la edad moderna. Bogota. 1984. Pp 105-183. sin editorial.
2. BURKE Peter [2000]. Visto y no visto, el uso de la imagen como docuemento histórico. Introducción “el testimonio de las imágenes”. Barcelona. 2001. editorial Crítica. Pp 12-25.
3. DOMINGUEZ ABAD Fernando. Estética burguesa explicita. Los excesos de la moral burguesa [on line]. REBELION. http:/ www.rebelion.org Avalado por REBELION ONG, Buenos Aires.
4. DUBY Georges, PERROT Michelle [1990]. Historia de las mujeres en occidente. Del renacimiento a la edad moderna. Capitulo 2: el cuerpo, apariencia y sexualidad. Madrid. Vol 3. 2000. editorial Grupo Santillana. Pp 75-121.
5. GILL Javier. El cuerpo del arte. En: ensayos sobre el cuerpo. No 19 (1984); Pp 38-43.
6. GUTIERREZ Antonio. El fin de la alteridad. Sin fecha ni editorial.
7. SHAHRUKH Husain [1997]. La diosa creación fertilidad y abundancia, mitos y arquetipos femeninos. Capítulos 5 y 6: la vida sexual de la diosa, las edades de la diosa. Singapoere. 2001. editorial Evergreen culturas de la sabiduría. pp 80-121.
8. XIBILLE MUNTANER Jaime. Cuerpo y simulacro. En: ensayos sobre el cuerpo. No 19 (1984); pp 56-64.

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