martes, 27 de octubre de 2015

LA LIBERTAD



La libertad es el resultado del dialogo entre la sociedad y entre nosotrxs mismxs,  el grado de libertad social condiciona las posibilidades de expresión del individuo,  pero no le cercena su capacidad de soñar y su deseo de libertad; somos fruto de la cultura en la que crecemos, de sus acuerdos y contradicciones, en medio de ello, hacemos unas elecciones, guiados por nuestra razón e intuición.
Cuando reconocemos nuestros propios miedos y contradicciones nos acercamos a la libertad, cuando nos reconocemos vulnerables ante el otro, ante las circunstancias, cuando más abrumados nos sentimos y somos capaces de mirarnos al espejo y reconocerlo, empezamos a ser libres.
La esclavitud tiene su poder en la negación, la negación de nosotros mismos, de nuestras tristezas y debilidades, cuando pretendemos ser quien realmente no somos, cuando impostamos una actitud y una verdad ante los otros, que no proviene realmente de nuestro corazón.
El corazón y la intuición son un camino de verdad, al que nos han enseñado no escuchar, nos han enseñado a distraernos de nosotros mismos, a llenarnos de las cosas y no de la vida, nos han enseñado  a hacer ruido y  desperdiciar las palabras, nos han enseñado a huir del silencio.
Pero el silencio, el vacio de la nada, de la mente en blanco, el estado de contemplación tiene cosas para decirnos a nivel espiritual, una hermosa tarde de Bogotá con un sol tímido y los cerros imponentes tienen cosas para declararnos y en la posibilidad de permitirnos  ese momento, está la libertad de ser felices.
La verdadera libertad es aquella que nos permite ser felices con nosotros mismos y todos nuestros defectos, que nos permite reírnos de ellos, que nos permite aceptar al otro, como es, no querer cambiarlo, porque reconocemos en él nuestros propios defectos. La libertad es la que nos permite gozar de las cosas simples en el aquí y en el ahora y no pretender demasiado para sonreírle a la vida y dar gracias de estar en este cuerpo.


                                             ALEXANDRA CASTAÑEDA OBANDO