sábado, 17 de noviembre de 2012

Fusilamiento cotidiano

Hola, aunque no te conozco, por adelantado te ofrezco un gran abrazo.

Escribo porque estoy re-configurada hoy para sentir, para expresar,
tal vez algo de melancolía, de tristeza o tal vez mucho de lo que algunos llaman autosabotaje.
pero es que mi cuerpo se rebela una vez más al fusilamiento cotidiano, necesito respirar,
hoy mi caparazón a prueba de balas esta roto y mi corazón se siente lesionado,
sangro, siento salir el fluido rojo de mi nariz, oídos, ano y vagina, me siento de nuevo humana,
mi boca calla, solo hablan mis manos, por ellas fluye mi inconformidad, mi indignación.

Conversando, riendo los últimos días con algunos amigos y compañeros he logrado llegar hasta hoy
Sí, he puesto en práctica el consejo, he hecho que las cosas sean menos trascendentes
pero vuelve la gente por ahí a recordarte la mierda que quieres obviar,
Mi cuerpo se rebela ante lo que muchos consideran como obvio y casi incuestionable
que tal expresión, que tal acción, que tal moda, que tal música, que tal nada.
Sexismo, discriminación, racismo, dogmatismo religioso, fascismo ideológico.

Bueno, espero salir rápido de este estado destructivo como lo quieren todos
A veces me siento como golondrina en pleno desierto
me canso de tanta irrealidad, de tanto conformismo, de tanta inconsciencia, sin espiritualidad
de pronto estoy con la gente equivocada o con la mirada perdida,
 con la necesidad biológica creada del pasado.
No me quiero perder, me niego a ceder, mi espíritu quiere luchar, quiere vivir,
pero a veces es más fuerte la agonía.

Me anima el sol de cada día, la lluvia ocasional, el canto de los pájaros, la brisa mañanera,
los árboles, las flores, los frutos, el verde pasto y la tierra mojada, tu olor.
Los recuerdos de mis amigos, los gratos momentos con mi padre, las caricias de mi madre,
a veces siento que todo se derrumba, que es la misma rueda rodando en el mismo lugar
y que todos somos marionetas en un gran escenario creyendo ser inmortales

Lo real es que somos como hormigas en un gran hormiguero, caminando, corriendo, descansando,
para continuar con el afán de producir dinero y satisfacer necesidades inventadas,
Solo soy una mujer sensible tratando de existir, fusilamiento cotidiano.


María Fernanda Enríquez S.

1 comentario:

  1. Querida Marta , ojala sigas por aqui , ojala cambies lo de amigOS y compañeOS por amigas y amigos y compañer@s veras como todos tus abrazos te son devueltos y te sientes reforzada deconstruyendo un mundo dificil en el que no tienes referentes . Espero que entonces nos dedique un poema desde la alegría del trabajo por lo mejor para el futuro .
    Gracis mujeres conciencia .

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