lunes, 30 de septiembre de 2013

Los hijos son de la mamá

Amanece y doña Irene, una mujer de un barrio popular de cualquier ciudad Colombiana, se dispone a ir por segunda vez al juzgado de familia a demandar de nuevo al irresponsable de su "yerno". Esta mujer de 60 años tiene a su cargo su nieta, una niña de 10 años, 5 años atrás una enfermedad degenerativa le quitó la vida a su hija y pues la niña quedó en la casa. Doña Irene como muchas otras abuelas de este país asumió sacar adelante a su nieta, sin saber cómo puesto sufre de artitritis y no tiene un ingreso económico estable, recibe ayuda de sus otros hijos y con la tenacidad y valor de su corazón hace lo que puede para darle lo mejor a su nieta. En frente de su casa, ve como el  padre de su nieta llega  todas las noches de jornalear, el trabajo de cotero es duro, pero alcanza para la borrachera del fin de semana, la ropa, el transporte, la comida diaria y el aporte en la casa de la mamá. Así ve doña Irene el transcurrir de los días sin que aquel hombre se digne arrimar a su casa y al menos preguntar como esta la niña, pasa toda la semana y al fin un sábado en la tarde arrima para compartir el tiempo de verse una película con su hija, y darle $5,000 mil pesos para que compre unas cartulinas para la escuela, así pasa de nuevo otro mes. 

Ella, doña Irene, ha hablado varias veces con el padre de su nieta sobre sus obligaciones, sobre lo duro que le toca para mantener en condiciones dignas a su nieta, ya no alcanza a contar cuantas veces ha tratado de encontrar acuerdos. Así un día de septiembre decide demandarlo de nuevo, pensó que sería lo mejor, la primera vez el escarmiento funcionó, los $80,000 mil pesos mensuales se vieron durante tres meses, luego nada, "no tengo trabajo, la situación esta dura" dijo el padre ante el juez por segunda vez, entre argumento y argumento se cumple la ley, hay dos opciones, el hombre podría ir a la cárcel o acordar pagar una cuota de alimentación menor,  ahora ya no está obligado a dar $80,000 mil pesos sino $50,000 mensuales los cuales pueden ser en varias cuotas o abonos.
Doña Irene una mujer de 60 años con artrittis y sin ingresos propios, recibe de sus hijos $450,000 pesos mensuales para vivir (eso es menos del salario mínimo en su país), con ello paga la comida, los servicios públicos, la televisión, el transporte y compra sus medicamentos, además, le debe alcanzar para los útiles escolares de su nieta y para la porción de jugo y fruta del recreo en el mejor de los casos, en general un pan con café, trata de darle lo mejor que puede a su nieta, afortunadamente hace un año y medio recibió una casa de 50 mts2 en obra rústica, ya que el rancho de bareque donde vivía iba a colapsar, eso le da al menos una tranquilidad.

Doña Irene, no tiene derecho de argumentar ante el juez su condición, lo duro que le toca porque eso implicaría que le quiten a su nieta y la envíen a bienestar familiar, eso es algo que jamás permitiría mientras viva, ella como abuela y ahora como madre busca como sea los medios para vivir, no puede quejarse por el dolor de su artitris, ni decir que no tiene trabajo, su nieta debe comer e ir a la escuela todos los días. Ella como la mayoría de mujeres de este país asume a su nieta como hija en lo económico, educativo, emocional y afectivo, ella sabe que $50,000 pesos no alcanzan ni para pagar los servicios públicos, pero acepta la conciliación en el juzgado de familia porque mejor eso que nada, siente un sin sabor, siente decepción, sin embargo, levanta su cara al frente y camina "toca seguir adelante, ahi de algún modo saldremos adelante" dice al salir del juzgado.  
 Esta es otra historia, una de las tantas que se ven a diario en los juzgados de familia de mi país, ante ello solo me queda por decir: Esa es la protección de la ley a los infantes, esa es la concepción cultural de responsabilidad paterna, porque al final de cuentas los hijos son de la mamá.

Maria Fernanda Enriquez S.
Lic en Ciencias Naturales y Educación Ambiental
Universidad del Valle-Cali-Colombia
Integrante colectivo Mujeres CONciencia

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La denuncia de un fiscal experto
Reparos a ley de inasistencia alimentaria
Por: Norbey Quevedo H.
La historia de cómo una ley que se aprobó esta semana para fortalecer el castigo a padres irresponsables puede terminar en el aire.
La violencia intrafamiliar y la inasistencia alimentaria está tipificada en los artículos 229 y 233 del Código Penal. / 123rf

A mediados de esta semana, cuando los parlamentarios aprobaban la bochornosa reforma a la justicia, un grupo de sus colegas convertía en ley una loable iniciativa. Los congresistas determinaron que los delitos de violencia intrafamiliar e inasistencia alimentaria dejaron de ser querellables. Esto en la práctica significa que cualquier persona, además de la víctima, que conozca de estos punibles los puede denunciar y el proceso no debe terminar por conciliación o desestimiento, sino por decisión de la justicia.
En el tema de la violencia intrafamiliar, que hastía con casos y cifras que superaron los 100.000 el año pasado y que tiene penas privativas de la libertad para los agresores de entre 4 y 8 años, más los aumentos previstos en la norma, con la nueva ley dejó satisfechos a todos. Sin embargo, frente a lo aprobado dentro de la misma norma en materia de inasistencia alimentaria surgieron serios cuestionamientos. Un experto en el tema, el fiscal seccional de Bogotá Gabriel Niño Niño, el funcionario de mayor conocimiento en la materia producto de 18 años de trabajo en el interior del ente acusador, la mayoría en esta problemática, puso el dedo en la llaga.
Con cifras en mano, recopiladas en la Fiscalía, Niño documentó que sólo en Bogotá se reportaron el año pasado 25.365 casos de inasistencia alimentaria. Y entre enero y mayo de este año la cifra ya llegó a 10.645 procesos. En suma, las estadísticas muestran que los casos de la capital representan entre el 35 y el 40% del total a nivel nacional y lo que es peor para la administración de justicia, en la mayoría de los despachos de fiscales más de la mitad de su labor corresponde a este tipo de procesos.
De allí su máxima preocupación, ya que si los despachos de los fiscales se pueden descongestionar resolviendo este tipo de casos con medidas previas de apoyo y acompañamiento social más que punitivas, los fiscales locales e investigadores judiciales se pueden dedicar y ser más eficientes en la indagación y acusación de otros delitos que afectan sensiblemente al ciudadano, como las lesiones personales, la estafa, el homicidio o el hurto.
Por esto argumenta el fiscal Niño que con la aprobación de la nueva ley con delitos no querellables, como la inasistencia alimentaria, las posibilidades de que se termine con una condena si antes eran reducidas ahora serán ínfimas: la razón es que ahora estos procesos deben seguir investigándose de oficio, olvidando de tajo el componente social.
Esta ley fue promovida por 15 congresistas de la Bancada de Mujeres del Congreso y señala el informe de ponencia elaborado el 9 de noviembre de 2011 que: “Las autoridades investigarán de oficio en todos los casos en que se tenga conocimiento de la comisión de conductas relacionadas con la violencia intrafamiliar y la inasistencia alimentaria.
Según la experiencia del fiscal Niño, en promedio el proceso de investigación de un caso dura entre uno y dos años, y en un período tan largo es muy difícil obtener la prueba de que existió un delito, en razón a que impera la lógica y la mayoría de los denunciados son personas de escasos recursos económicos. “Muchas veces es un esfuerzo largo e innecesario de cada fiscal que termina en el archivo, porque es evidente que no se configura delito”.
La realidad en las fiscalías locales hoy es dramática. Los despachos están atiborrados de estos procesos. Las denuncias contra el latonero William Alejandro Laverde; el mecánico Darío García; el ayudante de un carro que vende gas Misael Ordóñez; el operario de una fábrica de calzado Oswaldo Páramo, o el licenciado en educación física José Padilla, por citar una pequeña muestra de progenitores en problemas, han tenido el mismo tratamiento y resultado similar.
Fueron denunciados ante la Fiscalía. Cerca de dos meses después se citaron a audiencia de conciliación. No todos cumplieron. Los volvieron a hacer comparecer. Luego firmaron un acuerdo conciliatorio en donde se comprometieron a dar un dinero mensual, en promedio, de $100 mil para el sustento de los menores. Con ello el caso se archivó.
Pero sucedió lo que ya es casi una costumbre. Pasaron varios meses y las madres de los menores regresaron a la Fiscalía para denunciar el incumplimiento del acuerdo firmado por los progenitores referidos. Con una sorpresa, como hubo conciliación fueron archivados. Un asunto que obligó a las afectadas a interponer una nueva denuncia en la Fiscalía. Por eso los casos entran en un círculo vicioso sin solución. Basta revisar los despachos de los fiscales adscritos a las Unidades Locales, cada funcionario tiene entre 500 y 700 casos y de ellos más de la mitad corresponden a inasistencia alimentaria.
No obstante, la propuesta estructurada por el fiscal Niño parte de la premisa de que la gran mayoría de estos casos tiene como génesis la pobreza y en un 98% la madre es quien asume el cuidado del menor. Por eso su quijotesca iniciativa parte de la base que luego de conocida la denuncia, se debe conformar un equipo interdisciplinario integrado por un médico pediatra, un psicólogo y un trabajador social adscrito a las Salas de Atención al Usuario de la Fiscalía, para determinar la situación integral del menor afectado.
Posteriormente, se debe efectuar una visita o entrevista al padre denunciado. Luego verificar su condición social, económica y laboral. Y a partir de allí definir si tiene capacidad económica, en la cual se seguiría con el proceso penal. De lo contrario, como sucede generalmente, el caso se debe archivar y de inmediato convocar al ICBF para que brinde asistencia al menor afectado.
Según el fiscal Niño, implementar su idea tiene un bajo costo, se puede hacer en 45 días, descongestionaría los despachos de los fiscales, pero sobre todo se garantizarían los derechos de los menores, un asunto que al parecer no se tuvo muy en cuenta a la hora de aprobar la ley que determinó que los delitos de violencia familiar e inasistencia alimentaria son querellables.

Una sencilla iniciativa que no cuajó
El 25 de enero de 2012 el presidente Juan Manuel Santos lanzó el programa “Reto por la Eficiencia”. Mediante la iniciativa, el primer mandatario buscó el concurso de los servidores públicos con el fin de que éstos aportaran ideas con el propósito de mejorar, simplificar o eliminar procedimientos internos que dificultaran la eficiencia laboral en el servicio público.
En el marco de la política antitrámites se establecieron tres categorías y se anunciaron estímulos a los ganadores. “Queremos encontrar soluciones sencillas para hacer un gobierno más eficiente”, señaló Santos. Con base en la convocatoria, el fiscal Gabriel Niño presentó su iniciativa de reingeniería a los casos de inasistencia alimentaria. Cuenta Niño que independientemente de que la iniciativa ganara o no, todas fueron expuestas públicamente para el conocimiento de los ciudadanos en la web. Sin embargo, dice que la suya ni siquiera fue considerada para exponer. La convocatoria cerró el 4 de junio.

 Sección investigación periódico Elespectador.com (23 Jun 2012 - 9:00 pm)

sábado, 21 de septiembre de 2013

UNA HISTORIA DE MUJERES OLVIDADAS


A continuación compartimos este artículo del autor Umberto Eco que da cuenta de una parte de aquella historia de las personas de atrás, las compañeras, de las que algunas veces hemos escuchado su aparición debido a la pertenencia de, las que evidencian en todo momento su naturaleza errónea, las mujeres de la antigüedad clásica.

Una Historia de mujeres Olvidadas.      Por Umberto Eco

Recientemente descubrí en la red una enciclopedia de mujeres, muchas de las cuales han sido olvidadas injustamente por la mayoría de los historiadores.

Hay una excepción: en su libro de 1690, Historia de mujeres filósofas, el académico francés Gilles Menage escribió acerca de Diotima la Socrática, Areté la Cirenaica, Nicarete la Megariana, Hiparquia la Cínica, Teodora la Peripatética, Leontia la Epicúrea y Temistóclea la Pitagoraniana, acerca de quienes conocemos muy poco. Y lo correcto es que muchas de estas mujeres deban ser rescatadas del olvido.

No obstante, lo que realmente falta es una enciclopedia de esposas. Frecuentemente se dice que detrás de cada gran hombre hay una gran mujer, desde el emperador bizantino Justiniano y su esposa Teodora (la ex actriz) hasta Barack y Michelle Obama. Es curioso que nunca se diga lo opuesto: no hablamos acerca del “hombre detrás” de la gran Isabel I de Inglaterra, por ejemplo, o de su contemporáneo compañero viudo, de largo reinado. Pero pocas veces, si es que alguna, las esposas reciben la atención que merecen.

En las historias de la antigüedad clásica y posteriormente, se dedica más espacio a las amantes que a las esposas. Clara Schumann y Alma Mahler, que estuvieron casadas con los compositores Robert Schumann y Gustav Mahler, son excepciones, pero estas mujeres causaron gran revuelo por sus amoríos extra y postmaritales. Básicamente, la única mujer que siempre es mencionada simplemente por ser una esposa es Xantipe, casada con Sócrates —y aún en ese caso, sólo para decir cosas malas de ella.

Leí recientemente un texto de Pitigrilli, escritor italiano del siglo XX, quien atiborraba sus relatos con citas eruditas —aunque frecuentemente equivocaba los nombres— y con anécdotas que encontraba quién sabe dónde. En determinado punto, Pitigrilli invoca la severa advertencia de San Pablo: “Melius nubere quam uri” o “Preferible casarse que arder con gran deseo” —un buen consejo, incidentalmente, para los curas católicos romanos—. Pitigrilli observa también que la mayoría de los grandes, incluyendo a Platón, Lucrecio, Virgilio y Horacio, eran solteros. Pero eso no es completamente cierto.
Puede ser verdad con Platón, quien, según Diógenes Laertius, escribía epigramas para hombres jóvenes muy apuestos. Por otra parte, Platón aceptó como alumnos a dos mujeres, Lastenia y Axiotea, y se asegura que había comentado que un hombre virtuoso debería casarse. Quizá era cauteloso por el infeliz matrimonio de Sócrates con Xantipe.
El famoso alumno de Platón, Aristóteles, casó con Pithias, y después de su muerte se unió a quien fue su esposa o su concubina, Herpyllis. En todo caso, Aristóteles vivió con ella como hombre y esposa, y la recordó con afecto en su testamento. Le dio un hijo, Nicomaco, por quien, en opinión de algunos historiadores, Aristóteles nombró su Etica Nicomáquea”.
Horacio no tuvo esposas ni hijos, pero a juzgar por sus escritos, sospecho que se permitió algunas aventuras románticas. En cuanto a Virgilio, parece haber sido demasiado tímido para declararse a una mujer, aunque se rumora que tuvo una relación con la esposa de Varius Rufus. Ovidio, en contraste, se casó tres veces.
En cuanto a Lucrecio, las fuentes antiguas nos dicen casi nada. Una breve mención en un escrito de San Jerome pretende hacernos creer que Lucrecio se suicidó porque una poción de amor lo volvió loco —aunque el santo tenía interés en que un ateo como Lucrecio fuera considerado demente—. Sobre la base de esa versión, otros adornaron el relato, añadiendo la misteriosa Lucilla, que puede haber sido la esposa o amante de Lucrecio. En esta versión ella era una mujer enamorada que pidió a una bruja que le elaborara la poción, en tanto que otros aseguran que el mismo Lucrecio elaboró el brebaje; en cualquier caso, Lucilla no sale muy favorecida. Esto es, a menos que Julius Pomponius Laetus, humanista italiano del siglo XV, estuviera en lo correcto al decir que Lucrecio se suicidó porque estaba enamorado de alguien más y era infeliz.
Siglos después, Dante soñó acerca de Beatriz pero se casó con Gemma Donati —aunque nunca mencionó a esta última en sus escritos—. Todos piensan que Descartes era soltero, ya que murió muy joven después de una vida sumamente pintoresca. Pero sí tuvo una compañera durante algunos años —una doncella llamada Helena Jans van der Strom, a la que conoció en Holanda—. Oficialmente sólo reconocía a Helena como sirviente. Pero, contrario a ciertos rumores difamatorios, él reconoció a la hija que ella le dio, Francine, quien murió a los cinco años de edad. Según algunas fuentes, Descartes también tuvo otros amoríos.
En pocas palabras, aparte de los religiosos, que supuestamente eran célibes, y hombres más o menos abiertamente homosexuales como Cyrano de Bergerac y Ludwig Josef Johann Wittgenstein, Immanuel Kant es sólo uno de los grandes pensadores de la historia de quien estamos verdaderamente seguros de que era soltero —los registros históricos son muy claros al respecto—.
Sorprendentemente, incluso Georg Wilhelm Friedrich Hegel estaba casado; de hecho, parece haber sido un tanto mujeriego, con un hijo ilegítimo. Y Karl Marx, quien estaba profundamente apegado a su esposa, Jenny von Westphalen.
Sin embargo, la tendencia persiste: ¿qué influencia tuvieron Gemma sobre Dante, o Helena sobre Descartes, para no mencionar el enorme número de esposas sobre las cuales la historia dice aun menos? ¿Y si todas las obras de Aristóteles en realidad fueron escritas por Herpyllis? Nunca lo sabremos. La historia, escrita por esposos, ha condenado a las esposas al anonimato.

Umberto Eco: Semiólogo y novelista italiano.

sábado, 14 de septiembre de 2013

Cali, capital de la silicona.

A continuación compartimos un articulo que sirvió de análisis en una de nuestras sesiones generando polémica entre si la cirugía estética de por si es un "mal" que llevan las mujeres que se consideran "algo vacías y con falta de autoestima, con el objetivo de buscar la aprobación masculina a toda costa" o por el contrario es "solo una expresión corporal que llevan a cabo las personas para sentirse mejor consigo mismas en autonomia de tratar su cuerpo como desean"  por otro lado se debatió si es cuestión de responsabilidad del individuo o de una sociedad que legitima el supra valor de la belleza voluptuosa por encima de otros valores. Entre argumento y argumento se asoma la perspectiva histórica y en ello encontramos que siempre no fue así, los cánones de belleza de la ciudad empiezan a cambiar en los años 80´s con la entrada del narcotráfico en lo que se denominó el Cartel de Cali, afianzándose a inicios de los años 90´s en una perspectiva económica de ciudad proveedora de servicios, sobre todo turísticos y recreativos, la salsa, las discotecas, mariachis, en fin la gran industria de licores, la rumba y la hotelera se toma como eje de desarrollo de la ciudad, pero tod ello debe llevar no solo servicios sino objetos de consumo: las mujeres, es así como surge el "imaginario" de la mujer Caleña. ¿Cuál sería el "gancho" para atraer los clientes? lo diferente que puede ofrecer la ciudad con respecto a las otras es la belleza exuberante de sus mujeres, al mejor estilo de Pamela Anderson en Guardianes de la Bahía.

Pero no fue sino en el año 2000 que hace el bum, la otra gran industria, la industria de la cirugía estética acompañado a ello, empiezan aparecer en la ciudad una cantidad de salones de belleza, spa, etc, todo lo relacionado con la industria de la belleza para colocar los productos humanos en su mejor punto de exhibición, es en los últimos 10 años que la ciudad vio como de los clásicos centros comerciales como Unicentro, Cosmocentro, Chipichape surgieron casi 10 más y ahora la ciudad tiene el más alto número de centros comerciales per cápita que tenga otra ciudad en el país. A la vez y siguiendo esta línea en los últimos 5 años explotaron las ferias como el expo-show, Cali moda, La cola del año y un sin número de vallas publicitarias por toda la ciudad con la imagen de mujeres de piel color canela con busto grande, cintura pequeña, gran cola, largas piernas, cabello largo terminado en V color rubio o azabache etc. Así a través de este contexto histórico de ciudad nos preguntábamos que tanta libertad de elección sobre su cuerpo puede tener una persona en un contexto que le incita todo el tiempo un modelo de belleza. Hoy en día en Cali, el regalo de las niñas de 15 años de la ciudad cambio del viaje soñado a San Andrés islas por la cirugía del aumento de busto y la lipoescultura. La cuestión no solo aplica para las mujeres de clase media como podría esperarse, sino toca ver el caso del Hospital Universirario del Valle en el 2010, entidad de salud del estado que abrió sus puertas para realizar cirugía a 100 personas de escasos recursos con el objeto de mejorar su calidad de vida, se presentaron más de 7000 personas en su mayoría mujeres que querían aumentar su busto o disminuir tallas. La fama de la industria de belleza y cirugía estética de la ciudad de Cali ya alcanzado renombre internacional, siendo uno de los epicentros donde celebridades del mundo de la música, la televisión y el cine han venido a realizarse sus "retoques" con una buena calidad y a precios cómodos. En todo este escenario nos preguntábamos que tanta libertad puede tener el individuo para representar su cuerpo como desea sin ser presa del modelo de belleza promocionado, esto es algo que se deberá abordar con mejor detalle. 


Cali: la capital de la silicona
43.000 mujeres se operan cada año en las clínicas legales.


                                            Imagen de Mujeres CONciencia

CALI. La cirugía de implantes mamarios es la más apetecida entra las pacientes que se realizan cirugías plásticas. En un sólo quirófano de Cali, se pueden realizar 3 de estos procedimientos al día.
No hay cifras exactas. Pero una simple operación matemática deja en evidencia que Cali sigue siendo la capital de la silicona: En un sólo quirófano, dicen algunos médicos, se pueden implantar tres pares de senos cada día.
Es decir, que en las 40 clínicas legales que hay en la ciudad son operadas unas 43.000 mujeres cada año. Pero la cifra puede ser mucho mayor si se agregaran los procedimientos que se practican en los centros de 'garaje' y también que en cada clínica legal hay por lo menos cuatro quirófanos. Entonces, el total de mujeres operadas serían 175.000 en doce meses.
Pero no todas son caleñas de nacimiento. "La tendencia sigue en aumento y, a pesar, de la recesión económica, los norteamericanos y los europeos vienen a Cali para mejorar su apariencia", explica Lina Triana, fiscal de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva.
Según el último informe publicado por la Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco, capítulo Valle, (2010), a la ciudad llegaron 14.400 pacientes extranjeros. Los únicos deseos no eran aumentar el tamaño de sus atractivos. También, perfilar sus formas.

Los rostros
Ni siquiera la historia de una mujer inglesa quien amamantó a su bebé sin saber que su prótesis PIP estaba rota y provocó un cáncer cerebral a la niña, ha hecho que las caleñas desistan de los implantes.
"Todos los días llegan mujeres mostrando sus deseos de mejorar", cuenta Santiago Aguilera, cirujano y coordinador Académico del Servicio de Cirugía Plástica de la Universidad del Valle. Dice que la tendencia por los implantes no ha disminuido desde la época del narcotráfico, cuando se volvió una moda llevar del brazo a mujeres de curvas prominentes.
Al parecer, el tamaño de los senos es lo que más preocupa a las damas. Sin embargo, "el volumen de éstos ahora es más moderado", dice Aguilera.
El cambio notorio también es que en la actualidad el sexo masculino se ha adentrado más en el mundo del bisturí, pues si en 2010 las mujeres recurrieron a las cirugías en un 80 por ciento y ellos en un 20 por ciento, hoy la brecha se ha disminuido al 70 por ciento y 30 por ciento, respectivamente.
Ellos hoy se implantan silicona en las pantorrillas, en los pómulos y en la barbilla para perfilar su rostro. También en los pectorales. Pero esta última opción no es una cirugía recomendada para todos. El médico Aguilera indica que en este caso los hombres deben ser delgados y musculosos, que por un motivo genético no pueden desarrollar pectorales.
"Si un hombre de contextura gruesa o con sobrepeso pretende usarlos, estéticamente no le van a quedar bien. Yo no lo recomendaría", precisa el especialista.
En cuanto a las mujeres, la cirugía preferida sigue siendo la mamoplastia.
Si son universitarias quieren que sus senos estén firmes y redondos, no tan grandes; si son mujeres mayores, piden que estén levantados y con la piel tersa; en cambio hay otras, generalmente las que viven en el exterior, quienes necesitan grandes tamaños, señala el especialista. "Uno entiende. Digamos que es una 'condición'", agrega.
El médico Darío Salazar, también afiliado a la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva, dice que los tamaños exuberantes han ido desapareciendo.
"Esa fiebre ya pasó. Ahora las mujeres quieren reducción, levantamiento, firmeza. Aunque eso depende también del cuerpo y la necesidad de cada quien", manifiesta.
Un documento de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética, Isaps, revela que esa tendencia es universal.
La cirujana Lina Triana precisa que en la lista de 20 procedimientos más practicados a nivel mundial (2010), el primer y segundo lugar lo ocupaban la reducción y aumento de senos. En el sexto nivel de la tabla aparecía el aumento de glúteos.
Los promedios manejados por algunos médicos de la ciudad y consolidados por Fenalco, dan cuenta que la solicitud de cirugías es relativamente inversa a la edad. El 60 por ciento de las mujeres intervenidas están en el rango de edad de los 18 a los 35 años; el 30 por ciento, entre los 35 y 45 años y sólo un 10 por ciento alcanza los 55 años.
La condición socioeconómica no es impedimento para que el anhelo desaparezca. Por ejemplo, la convocatoria del programa de cirugía plástica en el Hospital Universitario del Valle se hizo para todos los rangos sociales. Principalmente la población de los estratos 1, 2 y 3 acudió al llamado. Se practicaron seis implantes de senos al mes durante tres años.
Empleadas del hospital, que también resultaron beneficiadas con la iniciativa, aseguran que en aquella época el costo de los procedimientos (similar a los ofrecidos en centros privados) era descontado por nómina.
Esa institución no es la única que ha permitido alternativas económicas para conseguir los estándares de belleza creados por la sociedad.
Las cirugías se ofrecen en esta ciudad como si se tratara de un producto más de la canasta familiar. Hay páginas web que anuncian a los interesados plazos de cuatro años para pagar unos implantes. "Tramitamos su crédito en 24 horas", anuncian.
En otros portales ofrecen aumento de senos "desde 125.000 pesos en cuotas de 12 y hasta 24 meses. Se financian todos los procedimientos y paquetes quirúrgicos", reiteran.
Algunas son clínicas reconocidas, otras no tanto, pero unas publicitan incluso el nombre de los especialistas que practican las intervenciones.
Cirujanos plásticos de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica y Estética, como Jaime Alberto Zapata, cuestionan esa clase de ofrecimientos, los lugares y el profesionalismo de los especialistas publicitados.
"Ahí es donde el Gobierno Nacional debe entrar a regular los sitios en los que se practican las intervenciones. Su responsabilidad es velar por la salud de los colombianos", señala.
Subregistro clínico
También hay preocupación porque en la ciudad no hay un registro real de la población con implantes. Los médicos cirujanos indican que no es una obligación rendir cuentas ante el Gobierno Nacional. Aseguran que los organismos indicados para llevar las estadísticas son las secretarías departamentales de Salud.
Jaime Mosquera, secretario de Salud del Valle del Cauca, muestra la necesidad de conocer el dato. "Sería muy bueno contar con esa información para así tener un control".
El funcionario indica que los procedimientos son practicados, en un 98%, por instituciones de la red privada y éstas no tienen la obligación de rendir cuentas al Departamento.
"Sólo si existe una dificultad entre paciente y médico, entonces nosotros entramos a investigar a través del Tribunal de Ética Médica", sostiene.
Explica que esos procedimientos deben estar en el Registro Individual de Prestaciones de Salud, Rips, del Ministerio de Protección Social. Aquí tampoco suministran datos.
El Secretario de Salud luego se plantea: "¿Si nadie tiene esa información, cómo hacemos para saber qué medidas tomar, incluso ahora que hay una alerta preventiva por los efectos adversos de las prótesis francesas PIP?".
Figura repetitiva
Ser atractivas y deseadas son, desde el punto de vista psicológico, las principales razones que las llevan a querer incrementar el volumen de sus atributos.
Para el psicólogo y sicoanalista de la Universidad del Valle, Carlos Alberto Segura, el 'boom' de los implantes no se detendrá porque las mujeres necesitan aumentar su ego. "Hoy en día se imponen los factores externos que los internos y pocas quieren quedar relegadas", explica.
Es miércoles y la clínica de cirugía estética, ubicada al sur de Cali, está a reventar. Son más de las 7:00 p.m. y las consultas no se detienen. En la sala de espera se escuchan murmullos...
-Sí. Las quiero así como las tuyas. ¿Hace cuánto te las pusiste?
-¡Ufff!, cuatro años, me ha ido lo más de bien.
-Yo las quiero así de grandes.
La chica es rubia y de piernas largas y delgadas, calza unos zapatos color palo de rosa de más de quince centímetros de altura. Su vestido es un camisón holgado de seda. Saca de una bolsa de papel los trajes que lucirá en los próximos días. Ya concretó su cirugía de implante de senos.
Mientras tanto, desde una silla de la sala de espera, otra mujer, a la que hace ocho días le practicaron una liposucción, le toma una fotografía con su teléfono celular a la recepcionista.
"Pronto los tendré como ella (la recepcionista), así de bonitos". Luego, pregunta a una joven que está a su lado: "¿Y usted, cómo los quiere?".
El contraste de las cirugías plásticas
El éxito de una apariencia
Adriana tiene 26 años. Es de mediana estatura y piel trigueña. Desde hace cuatro años pasó a la talla 34B de brasier y los pantalones talla 8 que usó durante años ya lucen completamente llenos en la parte trasera.
"Sí. Mi vida ahora es otra". La mujer tiene un alto cargo en una institución oficial de la capital del Valle del Cauca y a diferencia de lo que se dice sobre las mujeres operadas, ella no exhibe sus implantes.
"Era una cuestión de autoestima. Me sentía muy mal porque parecía un niño. Ahora luzco como una mujer atractiva, sin necesidad de estar exhibiéndome", señala la profesional.
Dice que no necesita vestirse de forma atrevida para sentirse bonita. Que no todas las mujeres que toman la decisión de usar la silicona lo hacen porque vivan de su cuerpo.
"Cuando se toma la decisión de someterse a la cirugía, lo primero es ir donde un médico especialista y tener muy claro porqué se quiere el cambio. Esto no es cuestión de moda", sentencia Andrea.
Sueño frustrado a los 21
Durante varios cumpleaños su obsesión fue tener de regalo un par de senos redondos y grandes. También menos centímetros en la cintura. Sus padres se habían negado hasta que al fin accedieron. Viviana a sus 21 años cumpliría su sueño.
Su familia hizo los trámites, acudieron a una reconocida clínica de salud de Cali y la fecha pactada para realizar el implante de silicona y la reducción abdominal fue el 5 de diciembre del 2010.
Después de tres horas y media de cirugía, la joven salió del quirófano con una nueva apariencia física. Esa que anhelaba y que por fin la haría lucir "mucho más mujer". Tan sólo habían pasado 40 minutos en la sala de recuperación cuando Viviana entró en un cuadro crítico.
Unas de sus venas se obstruyó con un grumo de grasa y a pesar de los intentos médicos por reanimarla, la chica murió.
El caso nunca salió a la luz pública porque los padres de la joven no quisieron someterse a la condena de la sociedad.
"Además nunca nos vamos a perdonar que por nuestra culpa, mi hija haya muerto", sostiene Lucía, madre de Viviana.

Artículo tomado del períodico El País:
http://www.elpais.com.co/elpais/cali/noticias/conozca-porque-cali-sigue-siendo-silicona-en-colombia
12/02/2012