Ángela
Garay Talero1
Resumen
Desde la antigüedad se ha
relacionado a la mujer con las labores domésticas, la reproducción, la maternidad, se considera
que son en estos aspectos que tiene habilidad para desempeñarse siendo
incompetente, no apta para campos como la ciencia, aunque esta concepción a
través del tiempo se ha venido disminuyendo aun todavía hay silencio del sexo
femenino en las diferentes áreas científicas debido a condicionamientos
sociales.
Palabras
Clave: Concepción
de Mujer, Ciencia, Condicionamientos Sociales.
INTRODUCCIÓN
En
la antigüedad muy pocas mujeres tenían acceso a la educación, tan solo las que
pertenecían a la aristocracia tenían este privilegio, esto se debe que desde el
patriarcado se le ha asignado a las mujeres todo
lo referente a la reproducción, la maternidad, la ternura, la delicadeza y lo
que esté limitado al ámbito doméstico, porque realmente es en “esa esfera donde
ella ha desarrollado las habilidades para desempeñarse” (Reinoso, 2008), siendo
incapaces según determinadas concepciones, de poder realizar aportes como en el
campo de las ciencias. Aun así existieron mujeres que lograron sobresalir pero
no obtuvieron el reconocimientos por parte de la sociedad en general (Aupec,
1998) una de las razones a que se debía este hecho era que durante
siglos las mujeres no podían poseer propiedades, por lo que quienes patentaban
y obtenían beneficios de los inventos de muchas mujeres eran sus esposos,
padres o parientes.
Es
de esperarse que en una sociedad que excluye a la mujer lo hiciera en la
mayoría de sus campos como la ciencia. Tradicionalmente
se considera la ciencia (a pesar del cambio pensamiento hacia ella) como
objetiva, neutrales y libre de valores: es decir “factores externos” como el
genero no tienen cabida en ellas (Barral,
1999), en la ciencia existen sesgos sexistas, hay áreas científicas y
tecnológicas que no son ajenas a los ideales culturales de masculinidad.
A
pesar de los condicionamientos sociales, de toda esa cultura machista han
existido y existen mujeres que cada vez se encuentran más en el campo de la
ciencia, existe un porcentaje
bajo pero significante del 25% de mujeres investigadoras científicas en
el mundo entero, según las estimaciones del Instituto de Estadística de la
UNESCO.
Historia de la mujer en la ciencia
Si se empieza analizar el papel de la mujer en el pasado se
puede dar cuenta de la importancia que esta jugó y juega en la sociedad, se
estima que el aporte de las
mujeres a la ciencia se remonta a hace 3200 años, sus trabajos y sus logros han
sido, indudablemente, decisivos para el conocimiento de la ciencia. Entre los
primeros científicos, hay que tener en cuenta a la mujer que fabricaba
utensilios y acumulaba conocimientos; mediante la recolección de plantas,
descubrió propiedades medicinales en éstas; aprendió a secar, almacenar y
mezclar sustancias vegetales y a aplicarlas como tratamiento efectivo para
diversas enfermedades. Tal fue su aporte, que desde la botánica de las primeras
sociedades no hubo mayores adelantos en la medicina sino hasta el
descubrimiento de las sulfas y los antibióticos en el siglo XX (Aupec, 1998).
Sin embargo luego de un largo periodo de exclusión de
las mujeres de la ciencia, en las últimas décadas, poco a poco la mujer ha ido liderando
investigaciones; este nuevo papel de la mujer en la ciencia es gracias a la discusión y lucha feminista de varias
generaciones de mujeres, donde las académicas han reconocido de la escasez de
mujeres en el campo.
Aunque exista una evolución de las escalas
científicas de las mujeres falta luchar más por adentrarse a este mundo. Cada vez
más inician y terminan mujeres carreras científicas, e incluso en un mayor
porcentaje que los hombres, esta relación se invierte al llegar a los puestos
de investigadores y profesores, de forma que se va acentuando esa diferencia
según se asciende en la escala investigadora. También es cierto que es
lamentablemente frecuente ver mujeres ocupando puestos de menor responsabilidad
que hombres de igual o menor capacitación.
Inmersas
en una sociedad para los hombres
Las mujeres estamos inmersas en una sociedad hecha
para hombres, la mayoría de cosas están diseñados para ellos. La
asociación entre masculinidad y tecnología se reproduce constantemente en la
vida cotidiana, siendo la capacidad tecnológica masculina tanto un producto
como un esfuerzo de su poder en la sociedad, esto se puede detectar en que
tecnologías producidas para ser usadas por las mujeres pueden ser sumamente
inapropiadas para las necesidades de la mujeres, e incluso, perniciosas, a la
vez que incorporan ideologías masculinas de cómo deben vivir las mujeres.
Los
estudios de ciencia y tecnología se han centrado en las relaciones de
producción pagadas y en las primeras etapas de la producción tecnológica y
obvian como por ejemplo la división sexual del trabajo; se debe tener en cuenta
también que la misma mujer ha generado que sea excluyente para ejercer
funciones importantes en la sociedad, en ocasiones desconfiamos de nuestras
propias capacidades, ejemplo cuando preferimos
acudir a consultas médicas con hombres, pues desconfiamos de las especialistas
o cirujanas.
Pioneras
de la ciencia
En el correo de la UNESCO (2007) cerebros de mujer
mencionan 15 mujeres que las consideran las pioneras de las ciencias: Marie
Curie(1867-1934), Lise
Meitner (1878-1968), Gerty
Cori (1896-1957) Irène
Joliot-Curie (1897-1956), Maria GoeppertMayer (1906-1972), Rita Levi-Montalcini
(1909-), Barbara McClintock (1902-1992), Grace Murray Hopper(1906-1992),
Dorothy Crowfoot Hodgkin (1910-1994), Gertrude Elion(1918-1999), Rosalyn
Yalow(1921-2011), Jocelyn Bell (1943-), Rosalind Franklin (1920-1958),
Christiane NüssleinVolhard (1942-), Linda B. Buck(1947-), mujeres que
realizaron y realizan grandes estudios contribuyendo a la ciencia, grandes
premios novel en biología, física y química.
Conclusiones
La mujer con su fuerte lucha ha podido estar cada
día mas dentro las esferas de la ciencia, tener voz y voto en ella, pero se
debe seguir luchando para conquistar este campo que debido a condiciones
externas e internas de la mujer han hecho que ella esté excluida, se debe no
solo reformar las instituciones y de alfabetizar en ciencia y tecnología a las
mujeres si no de reformar la propia ciencia y la imágen de las mujeres en la
ciencia.
Barral, J; Magallón,C; Miqueo, C y Sánchez, M,
(1999). Interacciones ciencia y
género: discursos y prácticas científicas de mujeres. España:
Icaria Editorial.
1Estudiante en licenciatura en educación básica con énfasis en ciencias naturales y medio ambiente de quinto semestre en la Universidad del Valle.